"Siguem realistes, vulguem l'impossible." - Ernesto "Ché" Guevara, quan li preguntaven sobre les armes

L’altre dia, navegant per la xarxa vaig arribar a un blog molt interessant, pels que usualment navegueu, d’aquells que t’enganxen, ja sigui amb un article o per la seva estructura, continguts... etc. Bé,  la cosa es que l’article que amb va captivar, parlava de la generació dels 8o, concretament de la gent nascuda entre 1977 i 1987,  partint des dels 80 i a mesura que ens allunyem ja sigui per sota o per sobra notareu que us i sentiu menys identificats... però aquells que estiguin a prop dels 80 crec que us identificareu molt amb el text... de totes maneres segur que tots i trobem punts en comú...

Podeu llegir el text al propi blog ThE fUcKiNg sHiT o bé clican a llegeix més... he decidit guardar aquest text ja que m’ha triomfat molt!

La Generacion 80.

Archivado en: DeTodoUnPoco — Luther Blissett a las 3:29 pm
80s

Reivindicaciones de una generación:

El objeto de esta misiva es la de reivindicar a una generación, la
mía, la de todos aquellos que nacimos en los 80 (año arriba, año
abajo), la de los que estamos currando de algo que nuestros padres
ni podían soñar, la que vemos que el piso que compraron nuestros
padres ahora vale 20 o 30 veces más, la de los que estaremos pagando
nuestra vivienda hasta los 50 años.

Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni
corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra
memoria histórica comienza con las olimpiadas del 92.

Aunque no nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una
conciencia democrática y la serie Cuéntame nos parece que es una
mierda. Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no
tenemos ideales y sabemos de política más que nuestros padres y de
lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes.

Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a
las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o el rescate
y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos
ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color.

Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos
(y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que
vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos bodrios
como Historias del Kronen, Melrose place o Sensación de vivir (te
gustaron en su momento, vuélvelas a ver, verás que chasco). Lloramos
con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no
aparecía, con las putadas de la señorita Rottenmayer; nuestra
primera canción del verano fue “Los Pajaritos” (1981).

Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra
la droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid
era otra vez campeón de Europa; que durante un tiempo tuvimos al
baloncesto como el primero de los deportes.

Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y
con la costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con
franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca
las tuvimos pasados los 10 años.

Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los
Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los
últimos en hacer BUP y COU, los pioneros de la ESO.

Somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y
a los que no les cuesta un duro echarnos del curro.

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como
si no hubiéramos vivido nada histórico.

Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo contando chistes
de Irene Villa, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin
borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra generación
fueron a la guerra (Bosnia, etc.) cosa que nuestros padres no
hicieron; gritamos “OTAN no, bases fuera!”, sin saber muy bien qué
significaba y nos enteramos de golpe un 11 de Septiembre.

Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el
Spectrum, odiamos a Bill Gates, vimos a Perico Delgado anunciar los
primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre.

Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema, el panadero
farlopero. Quién diría entonces que años más tarde, con España
integrada en la UE, aquella niña morena habría de enseñarnos sus
vergüenzas (Ruth Gabriel).

Los que recordamos a Enrique del Pozo cantando con ana (abuelito
dime tu…) Los del incomparable “Planeador abajo” de Mazinger Z,
los de Ulises 31, Comando G (que nunca acabó de gustar a nadie) y
los fabulosos Caballeros del Zodiaco.

Somos la generación que fuimos al cine a ver las películas de
Parchís, yque durante años creímos que el de rojo (como quien dice,
el de en medio de los Chichos) era Enrique Búmbury.

Los que crecieron escuchando a Europe y a ese grupete de imitadores
que les salió, unos tal Bon Jovi. Los de la explosión del
Challenger, la cantada de Arkonada, Los mundos de Yupi y las pesetas
rubias.Nos emocionamos con Superman, ET o En busca del Arca Perdida.

Comíamos Phosquitos, Tigretones y Panteras Rosas (aunque nadie lo
reconcía); aunque aquello que empezaba (algo llamado
Bollycao) no estaba del todo mal.

Somos la generación del Tocata, La Bola de Cristal (solo no puedes,
con amigos sí), el Follow Me, “El coche fantástico”, “Oliver y
Benjí”, “la abeja maya”, El hipnótico “Planeta Imaginario”; Los
Toreros Muertos, La Orquesta Mondragón, el abrazafarolas del Butano
y el Misissipi de Pepe Navarro con su inimitable Pepelu.

La generación de la quinta del buitre, de Hugo Sánchez, de Biriukov,
Del Corral, Corbalán, Romay y que nos traumatizamos con las muertes
de Fernando Martín y Petrovic (¿quién coño juega hoy en el Madrid
de baloncesto?).

El 600 era el utilitario normal, el 124 un coche familiar y el 131
una berlina de lujo. El 23F nos pareció un buen día porque no hubo
clase y ponían películas por la tele.

Nuestro grito de guerra fue “Tigres, Leones, todos quieren ser los
campeones”, “como están ustedes” y descubrimos a las mujeres gracias
a los tirantes de una tal Miriam Díaz Aroca. La generación que se
cansó de ver a las mamachichos. La generación a la que le entra la
risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita
para un mundial.

La última generación que veía a su padre poner la baca del coche
hasta el culo de maletas para ir de vacaciones. La última generación
de las litronas y los porros, y qué coño, la última generación
cuerda que ha habido.

Este texto está dedicado a las personas que nacieron entre 1977 y
1987.

La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra
infancia!!!! Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la
España de antes: Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de
seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos
viajes de 10-12h con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y no
sufríamos el síndrome de la clase turista.

No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas
con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni
protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y
con esquinas en pico, y jugábamos a “lo que hace la madre, hacen los
hijos”, esto es a ver quien era el mas bestia. Pasábamos horas
construyendo nuestros vehículos” con trozos de rodamientos para
bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos
olvidado de los frenos,después de chocar con algún árbol, aprendimos
a resolver el problema.

Jugábamos a “churro va” y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni
dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos
todo el día, y solovolvíamos cuando se encendían las luces de la calle.
Nadie podía localizarnos. Eso si nos buscábamos maderas en los
contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar allí el
rato. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y
no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos
la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas
de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día
siguiente todos contentos.

La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún
diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza… Tuvimos peleas y
nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo. Íbamos
a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila
que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos,
ruedas!!!

Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si
acaso alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos
botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Sólo nos
contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres
arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de
televisión, sonido surround, móviles, ordenadores e Internet, pero
nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de agua y
arrastrándonos por los suelos destrozando la ropa.

Nosotros si tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni
siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y
jugábamos a las chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al
rescate…,en fin tecnología punta…

Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la
puerta.¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros
solos,allá fuera, en el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¿Cómo
lo conseguimos?

Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados,
y comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos
crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas.
Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques,
agua sin embotellar, donde chupaban los perros!!!
Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la escopeta de perdigones o
con el tirachinas, antes de ser mayores de edad y sin adultos, DIOS
MÍO!! En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos.
Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la
decepción.

Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron
curso. ¡Que horror, no inventaban exámenes extra!
Jugábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarlas el culo y
jugando a beso, verdad y atrevimiento, no en un chat.
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las
consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de padre
protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si
acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas.
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a
crecer con todo ello.

Joomla templates by a4joomla